Del barrio a Italia

Por Victoria Langer

Corría 1988, mi tío Andrés Langer tenía 10 años, y una activa curiosidad por la música, por lo cual, a pesar de no tener familiares músicos, decide inscribirse en el Conservatorio de música de Mar del Plata y comenzar una carrera dedicada, sobre todo, al estudio de la música clásica para piano. 

Se pasaba horas y horas en el living acogedor de su pequeña casa, dónde apenas entraba un viejo piano y el sillón, sentado en el taburete, y llenando el hogar con melodías de Schubert, Bach, Bethoven, Tchaikovsky, entre otros autores. Transformando poco a poco eso que había arrancado como un juego, en una pasión que le empieza a generar este hermoso arte. En plena adolescencia, a partir de los 15 años comienza a explorar el género popular. Así, en 1996 arranca a tocar en vivo rock nacional argentino, que era lo que le resultaba más atractivo en ese entonces. Y un año después participa como tecladista de una banda marplatense llamada “Locales Rock”, acumulando mucha experiencia en recitales.

A los 21 años, ya terminada la carrera y dada la escasa posibilidad laboral en lo que a música se refiere, surge una opción muy atractiva: se postula, y obtiene una beca para perfeccionar sus estudios en Italia por un año, en el conservatorio Rossini de Pesaro. Sin dudarlo, y con gran apoyo familiar, toma unas pocas prendas y con mucha emoción e ilusiones parte en soledad al viejo mundo.

La experiencia italiana comienza a mediados de los 2000. Allí es recibido en la parroquia del pueblo, en dónde le dan el ático de la iglesia para vivir. Entabla una buena amistad con el párroco, y como agradecimiento le brinda su aporte musical en las misas de los domingos, sin dejar de lado su calidez e impronta argentina. Para sustentar sus gastos paralelamente al estudio realiza varios trabajos; repartiendo panfletos, fabricando dispositivos, enseñando su lengua madre, entre otras actividades.

Sus tardes y noches estaban cargadas de horas de estudio, debido a que el nivel era bastante más exigente. Pasan algunos años y conoce músicos argentinos, latinoamericanos e italianos con los cuales empieza a colaborar. Con uno de ellos, cordobés llamado Hilario, fundan un grupo dedicado a promover el folklore argentino en Italia. El grupo se llamará Del Barrio y, más tarde se transformaría en una leyenda que sigue vigente hasta el día de hoy. La propuesta es bien aceptada y el grupo crece rápidamente haciendo conciertos en toda Italia y más tarde en toda Europa.

Mientras tanto, el estudio sigue adelante, y aquello que había nacido como un perfeccionamiento de un año terminó siendo una carrera completa terminada en el año 2008. Sumando a ello, un profesorado que concluye dos años después.

Andres Langer tocando el piano

En 2014, ya con tres discos grabados, el grupo sigue adelante y graba su cuarto disco, esta vez con composiciones originales. Al año siguiente, Andrés publica su primer trabajo como solista: «Asociaciones libres». Luego de mucha música compartida con el grupo «Del Barrio», Hilario decide volver a su amada Córdoba y el grupo se queda huérfano de uno de sus fundadores, por lo cual deciden cambiar de nombre y de repertorio concentrándose en la música tradicional colombiana. 

En sus visitas a Argentina, mi tío traía consigo sus CDs que repartía entre familiares y amigos los cuales eran bien recibidos. Recuerdo, de pequeña, estar con mi hermano bailando y cantando el tema «Argentino soy» en el living de mi casa. Y este año, escuché el disco «Asociaciones libres» que me regaló en su última visita.

Sin abandonar el nuevo grupo, Andrés comienza a formar parte de otras agrupaciones dedicadas a la música jazz, pero siempre sin renunciar a las raíces argentinas que lo caracterizan como músico y como persona. Es así que, el haber mantenido la propia identidad con un grupo o con otro, le permite realizar giras por Sudamérica en Brasil y en Argentina. 

En los años siguientes se graba el primer trabajo del nuevo grupo, “Jumble” y “Nudo” para el saxofonista Massimo Valentini, participa junto a otros músicos en la publicación de la cantante Elisa Ridolfi “Fili di fado” y graba un concierto en el Mama’s Jazz Club de Ravenna, que será publicado como concierto live y segundo álbum del grupo “Cumbia poder”. 

Al mismo tiempo, y luego de una larga ausencia debido a la pandemia, Hilario vuelve a Italia por un mes “resucitando” al legendario grupo “Del barrio” para realizar una intensa gira europea.