Nunca es tarde

Por Caterina Tassaroli

Desde muy chico, Tassaroli Roberto Hugo tenía disponible en su casa una guitarra criolla y en sus ratos libres aprovechaba para tocar con sus escasos conocimientos temas que le gustaban en ese momento, ya que no iba a aprender ningún instrumento porque no había recursos para ello en su familia.

Para poder escuchar música tenía que pedir permiso a su papá para que se reprodujera la radio o tenía otro recurso que era ir a comprar los discos de pasta o cassettes a la casa de música. Lo que escuchaban en la radio y querían tenerlo en su casa para escucharlo las veces que quisieran, tenían que salir a comprarlo, ya que no estaba la facilidad de hoy en día para reproducir la música en las plataformas que existen en la actualidad y a la que muchos tenemos el acceso, como Spotify, YouTube.

Esa era su realidad cuando era adolescente. Hoy en día, con 52 años eligió darse el gusto de ir al conservatorio de música a aprender bajo y lenguaje musical y comprarse el instrumento para poder practicar en su casa.

Hugo Tassaroli en el living de su casa, practicando

Comparte siempre sus gustos musicales con su hija Caterina, que se empezó a interesar mucho por el rock, heavy metal y bandas de los 70’, 80’ tales como “Yngwie Malmsteen”, “ Deep Purple”, “Black sabbath”, “AC/DC”, “Led Zeppelin”.  

Sus gustos fueron cambiando al pasar el tiempo, de adolescente escuchaba solamente música “pesada”, que era como se le decía en ese momento, “Riff”, “Pappo” y ahora, si bien sigue escuchando ese género, ahora es más variado, le interesa el “Pop Rock”, los clásicos, nada de cumbia.

A su hija y familia le generó mucha ilusión, al igual que a él, que pueda darse el gusto de comprarse un instrumento y estudiar a sus 52 años música, que siempre fue su sueño.