Por Emma Cortés
Ayer se cumplieron 21 años de los atentados a las Torres Gemelas en Estados Unidos. En marzo de este año, tuve el placer de viajar a la ciudad de Nueva York, y visité el sitio donde estaban emplazadas. Un lugar tan impactante como escalofriante.
El Monumento a las Torres Gemelas se construyó durante varios años en el lugar donde habían tenido lugar los edificios, para abrirse al público el 11 de septiembre del año 2011; 10 años más tarde del trágico atentado.
El monumento, diseñado por los arquitectos Michael Arad y Peter Walker, consiste en dos piletas de nueve metros de profundidad. De los bordes se desprende agua, generando un aislamiento del sonido exterior, formando así, dos de las cascadas artificiales más grandes de Norteamérica. Alrededor de las dos piletas hay una estructura de bronce con todos y cada uno de los nombres de las víctimas, tanto como los pasajeros de los aviones, los habitantes de los 10 edificios que fueron derribados, los auxiliares, y las víctimas rodeando estos lugares.
“Los estanques representan la ausencia hecha visible, con el agua fluyendo hacia vacíos que nunca podrán llenarse” dijo Michael Arad, arquitecto del monumento.
A un costado de estos enormes pozos se encuentra el museo y una estación de tren bajo tierra, llamada Oculus, que sobresale hacia la calle con la forma de un ave fénix, alzando vuelo; dando así el significado del renacimiento de la ciudad de Nueva York, ya que fue un suceso que marcó no solo a los habitantes locales, sino a muchos más. Es por eso que todos recuerdan lo que estaban haciendo en el momento en el que se enteraron del suceso.
“Yo no trabajaba ese día, porque era feriado. Estaba planchando la ropita de mi primer hijo, con él al lado, y mirando el canal de noticias TN. Lo vi en vivo”, dijo Magdalena Tirabasso, una ciudadana argentina; otro argentino, Jorge Tirabasso, relató: “Estaba descendiendo de una excursión escuchando radio, cuando aparece la noticia. Un avión se había estrellado contra un edificio de las torres gemelas. En ese momento se hablaba de una tragedia. Comentaron que apareció otro avión, y ahí sí, tristemente aparecen las ideas de un atentado. No lo podía creer, parecía una película”.
Estas construcciones hacen conmemoración a el suceso que marcó drásticamente a la ciudadanía. El 11 de septiembre del año 2001, tres grupos de cinco terroristas y uno de cuatro secuestraron cuatro aviones comerciales, para atentar contra distintos edificios. Las más impactantes fueron las Torres Gemelas, ya que contaban con 110 pisos cada una. Fueron derribadas por dos aviones, con diferencias de 17 minutos entre ellas. El tercer avión fue estrellado contra la sede del ejército estadounidense, mientras que el cuarto avión fue desviado gracias a los pasajeros que lograron tomar el control, y estrellado en un campo cerca de Pensilvania.