Por Mariana Bourdette

A todos nos gusta sentirnos queridos. Sabernos útiles, capaces, protegidos e identificados. La Asociación Civil Taller Protegido Tandil brinda un espacio de despliegue de valores, donde se comparte sentido de pertenencia y calidez. Esta organización se encarga de generar oportunidades de trabajo para personas con discapacidades tanto psíquicas como motrices. Además de cubrir el campo laboral, este proyecto abarca un objetivo social inclusivo. Es un espacio de dignidad, respeto, igualdad, crecimiento y desarrollo de vínculos.

En el Taller, el equipo trabaja desde las ocho hasta las cuatro de la tarde realizando distintas tareas de jardinería, producción de dulces, reciclaje y venta de productos, entre otras actividades. Actualmente están retomando el Proyecto Casita, un lugar pensado para que los miembros del taller almuercen y se bañen luego de la jornada laboral, a modo de centro de día.

Este año el Taller Protegido festejó su 35° aniversario, resulta una fecha muy significativa para la institución y es también por esto que se presentaron como candidatos para ser beneficiados en el evento anual del Colegio Ayres del Cerro, la correcaminata Desafío de los Ayres.

Las otras instituciones que participan este año del proceso de selección para ser beneficiarias de lo recaudado en la correcaminata Desafío de los Ayres, son: Fundación Aires de vida (lucha contra el cáncer de mama), Pajaritos de la calle (centro de día para contener a chicos en situación de riesgo), Grupo de Ayuda para el Mal de Alzheimer Tandilense (GAMAT), Reinventar Tandil (organización que atiende a los niños en situación de vulnerabilidad a través del deporte y apoyo escolar), Cáritas, y La Paloma-Asociación Tandilense de Equinoterapia (terapia y actividades con caballos a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores con discapacidad o en estado de vulnerabilidad).