El lado B de ir a vivir a otro país

Entrevista a Fabián Villalba

Por Celeste Garaglia y Pedro Fernández.

Fabián Villalba es argentino pero vive hace ya varios años en Estados Unidos. Reside en Miami, Florida, pero desde que llegó a este país, vivió en diversos estados y ciudades. Hoy a sus 52 años de edad logró formar una familia y su propia compañía de pisos de madera, llamada HD Wood Floors Inc. En esta entrevista a través de Zoom, Fabián nos cuenta las dificultades de haberse mudado a Estados Unidos.

¿A dónde te fuiste? ¿Cuándo te fuiste? ¿Por qué te fuiste?

Bueno, les cuento un poco mi historia… A los 11 años falleció mi papá, mi mamá nunca vivió con nosotros, nos quedamos solos y cada uno se las arregló. Mi hermano mayor hizo de padre y fuimos creciendo a los golpes. A los 16 ó 17 conocí a Claudia, quien hoy es la mamá de mis hijos. Ella vivía en Barrio Parque. En 1993 yo vivía con ella y su familia. Nuestro hijo Augusto ya había nacido y por el caos y causas políticas, sociales y de trabajo decidimos irnos a vivir a Estados Unidos. Mi suegro tenía un hermano que ya vivía en Estados Unidos, en Texas, y comenta sobre la posibilidad de ir a vivir allá. Para nosotros Estados Unidos era algo muy lejano de todos modos, era remoto pensar en venirnos a vivir para acá, pero al final decidimos venirnos.

¿Cómo fue el proceso de migrar?

Todos los años Estados Unidos sortea 50.000 visas para todo el mundo si no me equivoco, entonces es una lotería para la cual vos te anotas, aplicás y si ganás te dan una residencia en Estados Unidos. Mi novia con su familia entra a la lotería y ganan, les dan la residencia, pero yo no calificaba, porque si bien teníamos un hijo juntos, no estábamos casados, por eso yo me quedé fuera. Llegó el momento en el que ellos tenían que migrar para acá y yo dije “¿Qué hago?”, en ese momento me acerqué a la embajada y básicamente tenías que tener una solvencia económica importante para poder ir para allá, por esto no me dieron la visa pero me dan la oportunidad para volver a aplicar a esta. Vuelvo a aplicar y me mandaron a mi casa otra vez, pasaron 3/4 meses. Para ese tiempo el bebé ya tenía 8 meses, y legalmente no podía emigrar entonces mi suegro estando en Estados Unidos se comunica con gente que tenía conocidos en México que me podían hacer cruzar la frontera. Mi suegro y Claudia vuelven a la Argentina para ayudarme a preparar las cosas, Claudia vuelve para Estados Unidos y mi suegro se queda conmigo a ayudarme. Yo crucé por México, Tijuana. Resulta que vos cuando cruzas por la frontera hay un canal, un río que cruza por ahí y del otro lado hay una muralla de metal que ya es Estados Unidos, entonces una vez que cruzabas los americanos sabían que cruzaste porque estabas todo mojado. Estuve 3 días para cruzar. Ahí la misma policía de Tijuana me robó, me robaron 3 veces y luego de esos 3 días llegamos a Miami.

¿Cuál era el contexto de ambos países en ese entonces?

Cuando vengo para Estados Unidos, yo tenía veinte años. No tenía una noción de la responsabilidad, del trabajo, de lo social, te soy sincero, vine por una cuestión de que venía Claudia que era mi novia, sino estaría en Argentina. Hay una diferencia como el día y la noche entre las dos sociedades.

¿Cuáles eran tus expectativas iniciales?

Cuando yo me vine tenía 20 años, era el dueño del universo, no me di cuenta del desarraigo de mi familia, de mis amigos, de mi pueblo, en ese momento no me di cuenta, era una aventura, era un sueño todo.

¿Fuiste con trabajo? En caso de que no, ¿cuál fue tu primer trabajo?

Cuando llegamos acá con toda la familia, empezamos a trabajar. El tío de Claudia tenía un restaurante argentino y trabajamos todos ahí. Yo trabajaba de 18 a 23 y los fines de semana ya era hasta la 1/2 de la mañana. Pero no alcanzaba la plata, teníamos el bebé. Vivíamos todos juntos, éramos 7 en la casa. Luego empezamos a trabajar en pisos, íbamos con mi suegro a poner losas y después iba directo al restaurante.

¿Cuál fue el primer momento de choque?

A medida que iba pasando el tiempo ya me empecé a dar cuenta de la realidad. Salía a la calle y el 324, blanquito no estaba más. Mis hermanos no estaban más, mis amigos, tampoco. De eso me empecé a dar cuenta después a los 4 ó 5 meses. Al principio venís con toda la emoción de que venís con tu familia pero después de algunos meses me di cuenta que por más que ellos eran mi familia ya no estaba en el ambiente donde me había criado. Empecé a sentirme raro. En esa época nadie hablaba español, entonces íbamos al supermercado y tenías que hacer señas y era muy complicado, los primeros dos años fueron muy duros, después fuimos superando eso.

¿Qué valoras del intercambio de cultura?

Valoro de Estados Unidos la gente, son un pueblo muy noble y muy respetuoso, al contrario de lo que se suele creer. Le abren las puertas al mundo entero. Si acá vas a un restaurante y te sentás a escuchar, vas a tener diez idiomas hablados a la misma vez. Es verdad que hay lugares más racistas en Estados Unidos, pero en su gran mayoría son un pueblo muy acogedor.

Fabián junto a su hijo mayor antes de mudarse a Estados Unidos

¿Qué extrañas de Argentina?

Hace 30 años que vivo acá y recién volví a Argentina hace tres años. Pasé veintisiete años sin volver. Los primeros dos años que llegué extrañé, después me metí en la cabeza que tenía una familia, un autito, y que tenía que trabajar por ellos. Dejé la bandera argentina en Argentina, y la verdad no extrañé mucho. Extrañé hace tres años cuando volví, me empecé a preguntar “¿Valió la pena tantas navidades, tantos cumpleaños sin estar?”. Y ahora que volví extraño horrores. Mi pueblo, la gente que habla mi idioma; pero igualmente amo este país. Hoy me siento americano y argentino.

¿En algún momento pensaste en volver a vivir a Argentina?, ¿Y de vacaciones?

Sí, lo pensé cuando fui de vacaciones por primera vez hace tres años, me dieron unas ganas enormes de volver, pero ahora que volví otra vez el año pasado ya no me dieron tantas ganas, no podría adaptarme otra vez a la sociedad. La verdad durante el año no pienso en Argentina, me da nostalgia a veces, pero es pequeña. Yo pienso en Argentina el 24 de diciembre. Si yo pudiera vivir como vivo acá pero en Argentina ni lo dudaría. Hoy, si hablo desde el corazón, no podría volver.

Fabián junto a sus hermanos cuando volvió a Argentina.

¿Te fuiste a vivir a Estados Unidos esperando algo que no sucedió?

Mmm no… la verdad estoy totalmente agradecido por mis hijos, Augusto vive con nosotros y Tomás está en el ejército. La verdad a veces escucho historias de jóvenes de allá en Argentina, y estoy muy agradecido de esta nación. Estoy tranquilo de que no van a tener muchos problemas que allá tendrían.

A la izquierda se ve al padre de Fabián, a la derecha a Tomás, hijo de Fabian, quién estáen el ejército.

¿Cuáles son las mayores dificultades de vivir en otro país?

Puedo decirte que pasé muy malos momentos, porque vos podés estar pasando por un muy mal momento de trabajo en cualquier lado, pero la diferencia es que acá si te pasa no tenés a nadie, no tenés familia, amigos, conocidos. Obvio que tenía a mi suegro, pero medio que estábamos todos en la misma.

¿Pudiste mantener los vínculos de familia y amigos a la distancia?

En los veintisiete años que estuve acá me desconecté casi totalmente. Me volví a conectar casi por accidente. Hace unos cuatro años un amigo de barrio se mudó acá, puso una cafetería, fui a la cafetería y me pasó el número de mi hermano. Hoy hablo con él veinte veces por día.

¿Tenés programada tu próxima visita a Argentina? ¿Cómo te hace sentir?

Sí, en febrero del año que viene voy para allá. Te cuento que estoy todo el año pensando en el mes que viajo para Argentina, me devuelve la vida volver. Lo que pasa es que voy por unos días, pero después no me podría adaptar a la sociedad, acá hay otra mentalidad.

Con el diario del lunes, ¿volverías a irte de esta manera?

Si me lo preguntas desde el lado emocional, la verdad noe . Te lo voy a decir de una forma muy cruda, cambiás el dinero por la felicidad. Acá siendo sincero tenés todo, vivís muchísimo más tranquilo, pero claro, desde ya que eso tiene un precio. Más allá de que yo considere esta nación mía, yo me considero de los dos países, es más, tengo un tatuaje que es el escudo de Argentina con la bandera de Estados Unidos dentro. La pregunta es muy difícil porque amo la cultura y la gente de los dos países.

Tatuaje de Fabián.