Por Giuliano Buompane

Mi abuelo Dante Buompane era un hombre muy callado y de mal carácter. Nació el 31 de mayo de 1931 en San Gregorio Mathiesen, provincia de Caserta, Italia. Allí vivió hasta sus 12 años junto a su familia, su padre, su madre y sus tres hermanos.

En esa época Italia vivía una crisis social, económica y política producto de la Segunda Guerra Mundial. Como muchos inmigrantes, él decidió buscar oportunidades fuera de Europa. A sus 12 años partió solo del puerto de Génova y viajó 40 días en barco hasta que llegó a Argentina, al puerto de la Ciudad de Buenos Aires. Allí trabajó sin saber el idioma ni el oficio, comenzando sus labores como chapista en un taller inglés de autopartes. Aprendió sobre el oficio y tiempo después, por la propuesta de un amigo, se trasladó a Trelew donde continuó con su oficio. Allí vivió un tiempo, pero no le fue muy bien, por eso decidió instalarse en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.

¿Resulta impactante no?, pensar en un niño de 12 años partiendo en soledad en un barco rumbo a la incertidumbre.

Para cuando se instaló en Santa Cruz tenía alrededor de 27 años. Se casó con Hilda en primeras nupcias, con quien tuvo un hijo, Dante Carlos Buompane, que falleció de cáncer a sus 45 años. Dante se divorció de Hilda y tiempo después se casó con Lucila con quien tuvo dos hijos Jorge y Leonardo.

En Río Gallegos ingresó a trabajar en el Consejo Agrario Provincial y ahí se mantuvo hasta su jubilación.

Nunca más volvió a ver a sus padres, porque como gran parte de los inmigrantes no pudo volver pronto. Uno sabía cuando se iba, pero no cuando iba a poder regresar. Durante su estadía en Argentina falleció en Italia su padre. Años después, Dante recibió una carta de sus hermanos en la que le comunicaba el fallecimiento de su madre. En ese tiempo no existían los e-mails por lo cual toda comunicación era a través de cartas.

Tiempo después, dos de sus hermanos, Domenico y Giovanni, averiguaron su paradero a través de una mujer argentina que conocían y viajaron a verlo. Así fue como luego de muchos años se dio el reencuentro con ellos.

Luego de la visita de sus hermanos, Dante viajó junto a su esposa Lucila a Italia, para visitar al resto de su familia. Sus hermanos continúan viviendo actualmente allí. Dante falleció en Río Gallegos el 1 de enero de 2013.

Todo esto me da lugar a pensar en lo impactante de esa realidad que vivían los inmigrantes, ese azar de posiblemente nunca volver a su pasado y empezar de cero sin ningún tipo de cimiento.